Cuando Shawn Achor ingresó a Harvard fue como un sueño hecho realidad. Shawn cuenta que cuando recibió la gran noticia, no podía creer que era real. Decir que estaba muy feliz era minimizar lo que sentía. Cuando finalmente llegó el día de iniciar clases, algo extraño pasó. Mientras Shawn estaba en la universidad, feliz y asombrado con todo lo que veía, muchos de sus compañeros de estudio estaban molestos e infelices. Esto intrigó mucho a Shawn. ¿Por qué podría estar alguien triste estudiando en Harvard?
La respuesta a esta pregunta sería trascendental para el destino de Achor, quien luego se especializó en estudiar las determinantes de la felicidad, llegó a ser profesor de Harvard, y creó una de las clases más atendidas de todos los tiempos en la famosa universidad llamada “La Ventaja de la Felicidad”. Hoy te compartimos las ideas más relevantes del libro con ideas de cómo pueden ayudarte en tu vida personal y en el crecimiento de tu empresa.
Una lógica errada
Por mucho tiempo hemos creído que la felicidad es algo que se alcanza cuando se obtiene lo que uno quiere (o más de lo que uno quiere). Bajo esta premisa, pensamos que seremos más felices cuando tengamos un aumento, compremos una casa o un carro que nos guste, escribamos un libro, nos vayamos de viaje, o simplemente seamos exitosos (como sea que definamos el éxito).
De todas formas, como muy probablemente te habrás dado cuenta, generalmente la alegría (o felicidad temporal) que obtenemos al alcanzar algo, se desvanece rápido. Por esto, una de las primeras premisas del libro de Shawn Achor es que no somos felices cuando somos exitosos, sino que siendo felices alcanzamos el éxito.
Al estudiar a las personas más felices que podía encontrar, tanto en Harvard como alrededor del mundo, Achor notó algo de mucho interés. La mayoría de estudios estadísticos se concentra en los promedios y las tendencias. Por ejemplo, pensamos que un niño aprende a leer a los 6 años porque ese es el promedio de aprendizaje. Pero, ¿qué pasa con todos los niños que saben leer desde los 4 o 5 años?
A pesar de que en la mayoría de investigaciones estadísticas, los outliers (fuera de los rangos promedios) no son estudiados a profundidad, para poder entender a la gente más feliz, Achor debía concentrarse en estos extremos de felicidad, en las posibilidades, en la gente más feliz. Es completamente posible que los niños lean a los 5 años, así como es completamente posible que un humano corra 1 milla en menos de 4 minutos. Esto permitió a Achor definir 7 patrones predecibles de la la felicidad y el éxito.
La Ventaja de La Felicidad
A pesar de que por mucho tiempo pensamos que era imposible, romper la barrera de corre una milla en menos de 4 minutos, cuando el joven Roger Bannitser (un outlier) logró romper esta barrera mental para la humanidad, de repente muchas personas más lograron hacerlo. En toda la historia de la humanidad nadie había podido hacerlo, hasta que en 1954 Bannister lo logró. Apenas 46 días después más personas empezaron a romper este récord y hoy en día varios chicos de colegio pueden romper la marca.
En este sentido, si podemos romper las barreras mentales para poder ser más felices, encontraremos que la felicidad es en verdad una ventaja que nos permite ser más saludables, vivir más, tener más suerte, alcanzar más objetivos, y vivir una vida plena. Los neurocientíficos han demostrado que los cerebros optimistas tienen una ventaja biológica sobre los cerebros neutrales o pesimistas. Y, algo muy interesante que profundiza el libro es la neuroplasticidad, que es la capacidad de adaptación que tiene el cerebro ante estímulos externos. En otras palabras, un cerebro pesimista, con los estímulos adecuados, podría adaptarse a ser optimista.
La palanca y el punto de apoyo
La forma cómo experimentamos el mundo así como nuestra habilidad para tener éxito dentro de las normas sociales, se encuentra en constante cambio. Estos cambios se dan primordialmente en base a nuestra actitud mental. Nuestras mentes son como una palanca que puede darnos más fuerza y más capacidades simplemente basados en nuestra visión del mundo (nuestro punto de apoyo).
"En un famoso estudio realizado en el 2006, se pidió a 180 monjas, todas nacidas antes de 1917, que registren sus sentimientos en un diario. 6 años más tarde, las monjas que habían registrado sentimientos felices en su mayoría (90%) seguían vivas, en comparación de las monjas que registraban sentimientos neutros o pesimistas (apenas 34% seguían vivas)".
El efecto tetris
Después de jugar tetris por varias horas, las personas reportan comparar a los objetos que ven en el mundo real con elementos de tetris. Es como si su mente se habría preparado para buscar patrones de cómo calzan las sillas con las mesas, o cierto edificio con otro. Esto se da porque si nos concentramos y preparamos nuestra mente para cierta actividad, somos más conscientes de la misma y funciona en todos los aspectos de nuestra vida.
Por ejemplo, en un experimento, las personas que se enfocan en cosas buenas antes de realizar alguna actividad, pueden encontrar dinero que ha sido dejado a propósito por los investigadores, justamente para ver quién lo encuentra. Mientras que las personas que se enfocan en cosas malas, pasan por el mismo lugar pero no encuentran el dinero. Un estudio de la universidad de Toronto mostró que cargarnos de sentimientos positivos antes de una actividad importante puede, en verdad, cambiar nuestro cortex visual. Los estudios demuestran que la gente feliz puede ver detalles en una foto que la gente negativa no puede ver.
"Algo tan simple que cause felicidad, como un dulce antes de resolver problemas complejos, incrementa la probabilidad de resolver eficientemente dicho problema. "
Caer y levantarse
La gente que puede levantarse de sus caídas, ser resiliente y aprender, es la que tiene más éxito y más felicidad. Pocas cosas dan más satisfacción a un ser humano que el orgullo de haber pasado, de forma exitosa, un gran obstáculo. De todas formas, muy pocos de nosotros, voluntariamente, buscamos experimentar obstáculos, y menos aún fracasos. Por el contrario, tratamos de evitarlos a toda costa. Pero, ¿por qué?
Achor cita una anécdota de quien es considerado el padre de la psicología positiva, Martin Seligman. Seligman cuenta que en un estudio de comportamiento canino, los investigadores daban pequeños shocks eléctricos a perros para entrenarlos. La lógica nos dice a todos que los perros NO harían cosas que provoquen shocks. De todas formas, en el proceso de “entrenamiento” lo perros habían recibido mensajes mixtos al punto al que simplemente se rindieron. Al margen de si les daban un shock o no, los perros no hacían NADA. Este comportamiento ha sido estudiado en humanos también y la forma en cómo reaccionamos se llegó a conocer como helpless behavior o compartamiento indefenso.
El comportamiento indefenso, en términos simples, es cuando NO nos damos cuenta porqué nos salen mal las cosas, o no vemos una salida a los problemas, y envés de seguir intentando, nos rendimos. Esto es lo peor que podemos hacer. Los estudios y los casos de ejemplo demuestran una y otra vez que las personas que no se rinden, aquellos que buscan una explicación positiva al porqué de las cosas, generalmente ganan (o cumplen sus objetivos). Recuerda nada es tan malo o bueno como parece que cuando lo estás viviendo. Así que valora tus caídas y párate siempre.
"Recuerda nada es tan malo o bueno como parece que cuando lo estás viviendo."
El círculo del zorro
En la famosa película “La Mascara del Zorro” con Antonio Banderas (Alejandro Murietta) y Anthony Hopkins (Don Diego de la Vega), Don Diego le dice a Alejandro que para poder ser el mejor con la espada debe empezar poco a poco. Don Diego traza un círculo en la arena del suelo de la caverna donde entrenaban y le dice a Alejandro que “ese” es el “círculo del zorro”. Aprende a pelear desde allí para que después puedas agrandar el círculo.
Esta idea se refiere a trabajar en las bases o fundamentos primero, antes de expandirse a lo más complejo. Es algo común en las películas de Hollywood que un coach o mentor lidere a un jugador o a un equipo, mostrándoles las bases o fundamentos. Esto se debe a que trabajar en las bases funciona.
Cuando empezamos de a poco, no solo llegamos más lejos, sino que nos sentimos en control de nuestro aprendizaje y crecimiento. Una de las cosas que mayor bienestar da a las personas es, efectivamente, el sentimiento de tener control sobre sus vidas. En un estudio realizado en el año 2002, 3,000 trabajadores fueron entrevistados acerca de sus actividades laborales y sus respuestas fueron tabuladas en varios ámbitos. El estudio concluyó que los trabajadores que piensan que tienen control (solo que piensan) son más felices en su trabajo, hogares, e inclusive tienen mejores niveles de salud que los trabajadores que no sienten control o creen que son víctimas de las circunstancias.
Estos datos son reveladores. Muchas veces, en nuestro afán de querer mejorar, nos ponemos metas y objetivos que son casi inalcanzables, sin darnos cuenta de las bases que necesitamos para llegar a ellos. Nos dejamos llevar por las frases motivacionales de apuntar muy alto. Y, si bien esto puede funcionar, los estudios nos muestran que es mas efectivo empezar de a poco, sintiendo control, e ir progresivamente avanzando hacia nuestros objetivos.
"Recuerda el viaje de mil millas empieza con un paso, pero termina al final de la milla mil. Empieza de a poco, pero nunca te rindas. "
La regla de los 20 segundos
No tientes al destino. ¿Tienes ganas de un dulce después de comer? Levántate y camina por 20 segundos. Nota cómo tus sentimientos cambian en este tiempo. Los investigadores han demostrado que la fuerza de voluntad es como un músculo que debe ser trabajado, y mientras más disciplina ejerzamos de forma consciente, más disciplinados nos volveremos de forma inconsciente.
Sin embargo, no importa cuánta fuerza de voluntad tengas, si estás con muchas ganas de dulce, y estás sentado frente a algo dulce sin otras opciones, eventualmente lo comerás. La fuerza de voluntad por sí sola NO funciona.
En este sentido, la regla de los 20 segundos básicamente nos dice que eliminar la tentación (por un lado), o las barreras que nos impiden hacer lo que queremos hacer (por otro lado), es suficiente para asistirnos en actuar como queremos actuar. Y, si logramos actuar como queremos por suficientes días, eventualmente, nuestro accionar se transformará en un hábito y nuestra vida cambiará (para más información referente a hábitos ver “El Poder de los Hábitos” de Charles Duhigg).
Por ejemplo, Achor cita un caso en el que el quería adoptar el hábito de tocar guitarra. Todos los días decía que iba a hacerlo, pero no lograba ser constante. Así que decidió ver si el concepto de los 20 segundos aplicaba. Por un lado, colocó la guitarra de tal forma que estuviera a su alcance en menos de 20 segundos y por otro lado puso una alarma recordatoria que le ayudara a recordar de no tener otras actividades (tentaciones) a la hora de tocar guitarra. ¿Los resultados? Excelentes. Piensa en cómo puedes aplicar este principio para todas las cosas que te gustarían hacer y no haces, y cuéntanos si te resulto este principio. Anchor tiene una sección en la que te dice que pruebes dormir con la ropa del gimnasio lista y tus zapatos de deporte al lado de tu cama para que veas cómo empiezas a ir al gimnasio en las mañanas. Simplemente eliminando los 20 segundos que te tomaría vestirte al despertar, tus probabilidades de ir se incrementan de forma exponencial. Suena cómico, pero funciona.
"No importa cuánta fuerza de voluntad tengas, buscar realizar cambios permanentes en tu vida solo con fuerza de voluntad, es una fórmula para fracasar. "
Inversión social
Uno de los estudios más largos de todos los tiempos, “The Harvard Men Study” siguió a 268 hombres desde que ingresaron a la universidad en los años 30´s por más de 40 años. Los investigadores buscaban encontrar determinantes de éxito y felicidad. En el verano del 2009, cuando George Vaillant, director del experimento, fue entrevistado referente a sus resultados, dijo: “amor – nada más”. “Hay 70 años de evidencia que las relaciones con otras personas importan, e importan más que nada más en el mundo”.
Cuando tenemos crisis familiares o económicas, cuando hay catástrofes geográficas o problemas sociales grandes, cuando vivimos los momentos más tristes con pérdidas de un ser querido, lo más importante es estar con gente que amas y te ama. Las personas que tienen más amigos y mejores conexiones familiares son más felices y viven más y mejor que las personas que no tienen. Tal vez, uno de los consejos más importantes del libro es que cuando te sientas mal, no te retraigas y aísles. No intentes resolver todo solo(a). Así creas que tu familia o amigos están en contra tuyo, lo peor que puedes hacer es tratar de hacer todo solo(a). Una y otra vez, los investigadores demuestran que pedir ayuda, buscar gente, invertir en tu círculo social, es lo mejor.
Conslusiones:
¿Qué podemos hacer para ser más felices y por ende más exitosos en la vida?
Pensar positivamente, ver lo bueno de las cosas, tomar las caídas como aprendizaje, empezar cambios de a poco, formar hábitos de éxito, no tentar al destino, e invertir tiempo con amigos y familia. Tenemos sola una vida y el tiempo vuela. En el siguiente video te compartimos 8 consejos prácticos para ser más felices.
