Desde muy pequeño se la pasaba dibujando caricaturas. Quería ser un artista, un animador. Así que decidió estudiar en el Instituto de Arte de California, que el mismo Disney había fundado en 1961.
Al graduarse, soñaba con trabajar en los estudios Disney. Después de todo, ese era el sueño de todo animador. Hasta que cierto día, su tarjeta de presentación leía: John Lasseter, Animador en los Estudios Disney.
Sin embargo, su felicidad no duró mucho, ya que fue abruptamente despedido tras impulsar las animaciones digitales. Este hubiera sido el fin de una prometedora carrera para muchos otros animadores, pero no para Lasseter, quien llegaría a formar una empresa tan grandiosa que fue la envidia de Disney. Su empresa es Pixar. ¿Cómo lo hizo?
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Con la frase que aún recordaba de su héroe de infancia, Walt Disney, John decidió seguir sus sueños de animación digital.
“Tu sueños se hará realidad , si tienes el valor de perseguirlos” W. Disney
Así se encontraría con su buen amigo, Edwin Catmull (Ed) quien se hallaba trabajando en Lucas Film Corp. Ed, en su momento también había tenido el gran deseo de trabajar para Disney, pero no contaba con los dones artísticos necesarios.
Ed se fijó en el talento de Lasseter y lo contrató (1984) para que formará parte del equipo de desarrollo de tecnología informática y de animación digital. Pero los deseos de ambos iban más allá. Así que empezaron a soñar en grande (uno de los consejos de negocio de Jack Welch que puedes ver aquí) y decidieron formar Graphic Group Inc.
Como al inicio de todo emprendimiento, las cosas eran difíciles. Parecía que no iban a poder sostener su liquidez hasta producir alguna animación. De todas formas, siguieron trabajando y haciendo lo que les apasionaba.
Nunca hubieran podido predecir que Steve Jobs, quién recientemente había sido despedido de Apple, decidiese comprar su empresa, Graphic Group por un valor de $5 millones de dólares y finalmente fundar Pixar. Este sería el nuevo comienzo que Lasseter y Catmull habían esperado durante tanto tiempo.
Con el capital de Steve Jobs, Pixar contaba con los más altos sistemas de animación por computadora de aquel entonces (1986). Adicionalmente, Steve mostró ser un maestro para John y Ed quienes supieron apreciar desde un inicio la capacidad de atención al detalle de Jobs y su deseo de mejora continua.
Poco después da lanzamiento de su cortometraje "Luxo Jr." (la lámpara simbólica de la compañía), el cual resultó en un éxito total convirtiéndose en la primera película animada por computadora tridimensional en ser nominada a un Oscar, Disney Studios mostró mucho interés en Pixar.
En 1991, el gigante de entretenimiento propuso a Pixar financiar los gastos de producción, comercialización y distribución de las producciones de Pixar a cambio de cierto porcentaje de las ganancias generadas. Fue así que Pixar daría vida a películas como: Toy Story (1995), Monster Inc. (2001), Buscando a Nemo (2003), y Los Increíbles (2004).
Mientras Disney se encontraba estancada en términos de la calidad de producción de sus animaciones, Pixar tenía un crecimiento explosivo. Todas sus películas era altamente taquilleras. Por esto, Disney ofertó comprar a quien por aquel entonces comenzaba a ser su mayor rival por un valor de $7.400 millones de dólares en el 2006. No solo eso. Como parte del acuerdo, Disney solicitó que John y Ed fueran altos directivos de Disney para que ayudarán a mejorar sus operaciones y su personal.
“A veces las cosas no salen como habíamos querido que salgan, salen mucho mejor”
Algo que Disney buscó al comprar Pixar fue su cultura de trabajo y hábitos empresariales. ¿Cómo había sido posible que 3 personas aparentemente fracasadas pudieran desequilibrar a una industria madura y con tantos recursos? Sin duda era por su ética laboral, resiliencia y excelente equipo de trabajo. Entonces, ¿cuáles eran los valores que Pixar fomentaba?
Las personas siempre serán más importantes que las ideas.
A Catmull se le preguntó una vez que es lo que lo que prefería: una idea grandiosa o gente grandiosa. La respuesta obviamente fue gente grandiosa. Uno puede tener una gran idea y no llegar a ningún lado a causa de la gente equivocada, mientras que con las personas correctas, una idea equivocada puede ser eficazmente arreglada. En Pixar, las personas siempre fueron más importantes que las ideas. Cuidar y brindar seguridad de las personas que forman parte de tu empresa te ayudará a conseguir ideas más creativas.
Catmull cuenta que al principio Pixar contaba con una mesa de reuniones cuyos asientos estaban designados jerárquicamente en base a la posición que cada miembro ocupaba en la empresa y que esto impedía el flujo de ideas por todas aquellas personas que sentían que ocupaban un cargo inferior. Las reuniones que actualmente se manejan en Pixar integra a todos los miembros para que conozcan, den ideas, opiniones y críticas con honestidad y sin distinción de cargos. Puede haber mucho potencial creativo en las personas de tu empresa que ni siquiera imaginas.
“A menudo contrato personas que sean mucho mejor que yo”- Edwin Catmull.
Existe una cadena de organización, pero no hay jerarquía alguna que impida la comunicación entre empleados de diferentes departamentos y diferentes posiciones ocupadas en la misma.
Pixar está consciente que no se puede saber todo. La aceptación de esta verdad tanto para los altos directivos como para los cargos de menor rango representan el primer paso para encontrar soluciones creativas en sus proyectos. Reconocer que dentro del desarrollo de cualquiera de sus planes siempre va a haber errores, pero que estos no representarán el resultado definitivo de su trabajo, sino que son parte del proceso de aprendizaje que les permitirá alcanzar el éxito. No hay forma de hacer algo nuevo sin equivocarse.
“Los errores son la consecuencia inevitable de hacer algo nuevo y en Pixar los vemos como una valiosa parte del proceso”-Edwin Catmull
Todos en Pixar saben que el primero borrador de un proyecto puede ser mucho mejor y que está abierto a críticas con total libertad y confianza en beneficio de resultado final.
El exuberante pelaje azul de Sullivan en Monsters Inc, los diferentes rasgos faciales que tuvo cada hormiga en Bichos, las escenas bajo el agua en Buscando a Nemo, los increíbles colores que incluyen los escenarios de UP, la gran banda sonora de COCO, la cantidad de animaciones que hubo en Valiente, son solo algunos de los ejemplos del nivel de detalle que Pixar incluye en cada uno de sus films.
Detrás de cada una de estas ingeniosas historias y efectos inteligentes se encuentran laboriosas horas de trabajo. Una pequeña escena de cuatro minutos podía durar más de 4 meses en producirse y requerir más de 15 empleados (como fue el caso de la película Bichos).
En Valiente, los planos y estilos creados para la película superan los 111.394 storyboards. COCO, el primer film musical de Pixar, incluyó la participación de varios músicos y productores famosos como: Michael Giacchino, Angélica Vale, Marco Antonio Solís, entre otros. En UP la cromática del color juega un papel importante en todo el film ya que la paleta de colores se va saturando con cada nuevo personaje que aparecía en la vida de Carl.
A pesar de que muchos de estos detalles pasan desapercibidos para la mayoría de sus espectadores, son precisamente estos lo que convierten a Pixar en la empresa líder cuando se habla de animación digital. Y lo que puede convertir a cualquier empresa en experta en su campo.
Existe una línea muy fina entre prestar atención al detalle y mantener una visión del futuro, entre gerenciar las operaciones y no perder de vista el porqué se hace cada proceso, entre tener una estrategia de marketing y simplemente hacer publicidad. Los empresarios que pueden manejar este balance llegarán muy lejos.